martes, 24 de junio de 2014

De la Humanidad Verdadera

(Voz: Grupo de voces de Humanos Verdaderos que - según sus palabras- dieron toda su vida para que la Vida continuara y que apuestan por que también la vida humana sea vivida desde el amor, y finalizada con amor)

Atlas (en alusión a la leyenda mitológica del gigante Atlas que soportaba el peso del mundo) en realidad es La Tierra. 
El peso del mundo, su carga psíquica, y el peso de todo cuanto de difícil y sufriente sucede sobre la faz de la Tierra, lo soporta la propia tierra, especialmente las rocas. La matriz pétrea de la Tierra. Ella os carga sobre su esqueleto duro.

Como hijos de la Tierra que sois, estais hechos a su imagen, y resonáis también con Ella. De manera que, a veces, sentís el peso del mundo sobre vuestras "rocas" o huesos. El esqueleto os duele por el peso de tantas cosas...por ejemplo y sobretodo la espalda. Solo que muchas veces no sois conscientes de que es eso lo que os pasa. 

Pero especialmente las mujeres soportan el peso del mundo. Las mujeres soportan exactamente el doble de peso del mundo que los hombres. Y esto no es por razones de educación, ni de cultura, ni de género identitario. Es por organicidad, por biología física y energética. Es porque la mujer como colectivo es madre. Y ser madre implica abrirse para acoger dentro de una misma a un nuevo ser, con toda su carga asociada. Y esto implica, a su vez, abrirse a la inmensa red colectiva de "carga y peso del mundo". Porque cada nuevo ser va unido al resto. NO existen nacimientos individuales, venís en red. No existe, pues, una maternidad individual sino que resonáis en lo colectivo, sois como un enjambre de madres.

El problema radica cuando sólo se resuena con el peso, y no con las ayudas destinadas a soportar el peso. Vamos a poner un ejemplo gráfico, la imagen de un tejido o matriz que es, a la vez, la Tierra. Mirad las montañas: ellas, seres de roca, son como puntales en los que hay, en la energía, grandes ejes verticales que, como columnas, sostienen el mundo. Pues la vocación profunda de las montañas es ser sostén del mundo y canalizar la energía en vertical (de arriba hacia abajo, y de abajo hacia arriba)

Pero las montañas no se hunden porque están abiertas y atravesadas por corrientes de energía que, desde muchas otras direcciones, crean un entramado que las permite sostenerse y sostener al mundo. Ninguna estructura se sostiene sólo con verticalidades de dirección binaria. La matriz del mundo de energía y espiritual es mucho más que eso.

Vosotras, mujeres y madres, podéis ser sostenidas no sólo por otras personas, sino también al ser atravesadas por esas corrientes, como si fuérais partes de un entramado de energía/luz en las cuales ya no sólo se siente el peso en vertical, sino que hay un todo repartido de fuerzas y contrafuerzas que se autoequilibran para que la matriz continúe viva.

Para que seais parte activa de este entramado de energía, necesitáis desbloquear los puntos de vuestro ser en los cuales, de manera natural, se entrelazarían estas corrientes, estas fuerzas. Porque estáis diseñadas para sentir, recibir y canalizar hacia otras partes toda la energía espiritual de ayuda y soporte necesaria para formar parte del entramado del mundo sin ser aplastadas por el peso del mundo. Vuestro ser interno sabe como desbloquear estos puntos, que son parte de vuestro potencial, tal y como vuestro cuerpo sabe hacer que le crezca el pelo o digerir o tantas otras cosas. Falta que se lo permitáis hacer, que le deis permiso a vuestra inteligencia innata, profunda y automática, para que desbloquee y/o desarrolle lo necesario en este sentido. No es algo que tengáis que pensar, sino permitir que suceda y no luchar contra ello. Porque, a veces, por ignorancia, por heridas o bloqueos inducidos desde diferentes frentes, impedís el movimiento natural de energía interna que os permitiría estar más conectadas a las dimensiones de todo tipo que pueden ayudaros, daros soporte y sostén a vosotras y al mundo a través vuestro.

Si os volvéis hacia vuestro interior y le dais permiso para movilizar el desbloqueo o sanación de esto, os volveréis de manera natural más receptivas a "la ayuda" y podréis manejar mejor el peso (que a veces se os hace insportable) del mundo. 

Las Montañas pueden ayudaros en esto. ¿Por qué? Las montañas no son negociables, son lo que son. Puedes manipular y transformar mucho algunos tipos de paisaje, pero una montaña, una mole rocosa, es difícilmente transformable (no imposible, pero sí menos factible) En general, pues, no es el hombre quien pueda moldear a las montañas a su antojo. El ser humano debería saber que, frente a las montañas, poco poder personal va a poder ejercer, y va a ser más influido por ellas de lo que cree.

Sobre esto habría mucho que hablar, pero el aspecto que hoy nos interesa es que, dado que la vocación esencial de las montañas, en general (sin entrar en particularidades) es soportar el peso del mundo; y dado que ellas (generalmente también, y sin entrar en casuísticas individuales) están perfectamente atravesadas en sus lugares justos por las fuerzas justas que les permiten seguir erguidas, hechas y derechas, desarrollando su vocación, su proximidad puede contagiaros esta facilidad, este potencial, esta vivencia de fuerza y soporte sagrados y bien consolidados. También os harán más "duras" en muchos sentidos, algunos muy necesarios: no es bueno negociar o transigir demasiado con algunos asuntos. Al pan, pan, y al vino, vino. Así son las montañas, así son las rocas, y esto puede ayudar a muchas mujeres (y a muchas personas en general) a desarrollar su vocación y potencial.

Esta es la razón secreta, o ignorada, de que muchas personas que han realizado vocaciones y labores importantes de ayuda a la humanidad, ya sea en aspectos generales o particulares, hayan partido de zonas montañosas, o hayan sido inspiradas en viajes o durante estancias en las montañas. Estas personas han recibido sin saberlo la influencia sagrada de "los Pilares del Mundo" y se han convertido, de manera resonante o empática, en pilares a su vez. Pequeños pilares humanos, pero pilares para muchos, a fin de cuentas.

Reflexionad sobre esto. Porque os ayudará a trazar mejor vuestros planes, y a buscar la ayuda y complicidad natural de las Grandes Influencias que, en el mundo material, están ahí para vosotros y el mundo entero. Cada aspecto de la naturaleza tiene sus virtudes, y una de las virtudes de las montañas es ésta: son colaboradoras máximas en el sostén y soporte del mundo. Y, como todo está relacionado, son colaboradoras y "elementos" esencial y de crucial importancia no sólo en el destino de la humanidad, sino también el su supervivencia y posible transformación.

De las montañas viene, y de las montañas vendrá cualquier impulso capaz de renovar a la humanidad, o, simplemente, de soportar el peso y carga actual...Y el peso de lo que viene. Sin las montañas seríais aplastados por su magnitud. Aprended de ellas, y lo agradeceréis. Y quién sabe si algunos de vosotros, en cuya vocación seminal esté esto, os volveréis como montañas algún dia.

Hay que sentarse en las faldas de las montañas para aprender de Madre-Tierra (en forma de montaña) a "soportar". Soportar en el buen sentido de la palabra: siendo sostenido, reforzado, alentado, vivificado, energetizado por las corrientes de energía que, desde diferentes frentes, constituyen el tapiz de La Vida, la matriz Sagrada de la Existencia.

Y por eso nosotros, Humanidad Verdadera que hemos dado, damos y daremos nuestra vida por La Vida en espíritu de Amor, vivimos "ocultos" en las montañas. ¿No lo sabíais? Ahora ya lo sabéis ;-) Porque las montañas nos corresponden y nos reflejan, y viceversa, y así nos retroalimentamos en lo que pretendemos: ayudar a sostener el peso del mundo. Ayudar a los humanos actuales (tan perdidos) a no ser aplastados por el peso de lo que fue, lo que hay y lo que viene. Y ayudar a los humanos actuales cuya vocación es ser Pilar, Ser Montaña, Ser Puerta y Ser Fuente. Porque eso somos, y vivir eso, aquí, en las montañas sagradas, es posible todavía.

Ah ¿no sabéis a qué nos referimos con ser Puerta y Ser Fuente? Cierto: nunca hemos hablado de eso. Pronto lo haremos. Hasta entonces...¡un beso! Un beso de humanos a humanos que quieren serlo de veras. Un beso de amor fraternal. Unamos las palmas de nuestras manos, y marchemos unidos y en paz hasta el fin de nuestros días y la consecución de nuestros sueños de armonía.


http://tiempolinealtiempovida.blogspot.com.es/2014/06/15-de-la-humanidad-verdadera-sobre.html

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