domingo, 3 de enero de 2016

Manipuladores de la realidad.


Llevo días dándole vueltas a un asunto que hoy, que es un día gris y frío, he podido concretar en mi cabeza aprovechando estas horas de sofá y manta. 
El tema es lo mucho que nos engañamos a nosotros mismos. Hoy he caído en la cuenta de que somos unos grandes manipuladores de nuestra propia realidad. 
Y todo esto viene a raíz de varios sucesos que han tenido lugar a mi alrededor y de algunas cosas que he ido leyendo a contactos del facebook con motivo de los balances de fin de año.
Es cierto que cada uno vive las cosas desde su perspectiva. Filtrado todo por sus propias vivencias, experiencias personales y demás sucesos que han ido conformando nuestra realidad y personalidad particular. 
El tema es que cuando tu eres testigo de determinadas situaciones y luego ves (o lees) cómo las han vivido las demás personas, no puedo dejar de sorprenderme cómo no se cae en la cuenta de la falta de objetividad y de perspectiva.
Hace un año aproximadamente escribí esto: 

"Qué gran perspectiva se tiene desde la posición de testigo.
Sin juicios, sin opinión. Sólo describiendo lo que ves.
No hay mayor libertad ya que no hay apego a nada de lo que está pasando ni a su resultado.
No importa el resultado.
Sólo eres el testigo".

Muchos dirán que esto es fácil cuando lo que está pasando no tiene que ver con uno o cuando no te está pasando a tí. Y yo digo, es verdad. Colocarse en la posición de testigo es más difícil de hacer cuando eres tú una de las personas implicadas en los hechos o acontecimientos. Pero también te digo que a pesar de que en esa situación es difícil no alimentar al ego con expectativas, lo que sí podemos hacer es no aferrarnos a ellas. Y no es fácil, pero se puede. SIEMPRE SE PUEDE. 
A veces, queremos que las cosas sean de una forma, pero en ocasiones las cosas no salen como esperábamos y entonces caemos en la frustración y el autoengaño para sentirnos menos culpables, para que nos duela menos, para no reconocer nuestra responsabililad o para no enfrentarnos a las consecuencias... Y no nos damos cuenta que eso no hace más que emponzoñarlo todo. Las relaciones se toxifican, se complican, se ensucian o incluso se rompen. Y entonces volvemos a culpar al otro de lo que ha pasado porque nosotros hemos hecho todo lo que podíamos hacer. Y yo digo: es verdad, con lo que sabes has hecho lo que puedes, pero... el otro también! 
Dejemos de culpar, dejemos de señalar con el dedo y dejemos de ESPERAR que las cosas sean como QUEREMOS. Las cosas no son ni malas ni buenas, simplemente SON. Todo depende de cómo te sientas con respecto a ellas y lo que hagas y cómo gestiones esos sentimientos y emociones. Y aquí entonces, SÓLO estás TÚ. No hay culpables, ni responsables, ni cabezas de turco ni nadie a quien echar la culpa. Sólo tú y lo que haces con lo que te pasa (porque lo que te pasa, te pasa a TÍ y no al otro).
Y no hay mayor libertad (y al mismo tiempo mayor responsabilidad) que la de decidir cómo gestionar lo que sientes por los actos de los demás. ¿Estás dispuesto a asumir tu libertad? 
YO ELIJO SENTIRME COMO ME QUIERA SENTIR. Y si aparece algún sentimiento que no puedes controlar, no importa. Vívelo, déjate atravesar por él pero no te aferres a quedarte en esa casilla del tablero porque te aseguro que el resto de jugadores acabarán pasando por delante de tí y dejándote allí. Alguno tal vez intentará echarte una mano, pero como sigas empecinado en quedarte en esa casilla, los demás seguirán tirando su dado y avanzando por su camino. Y entonces te darás cuenta de que estás solo y la vida volverá a darte la oportunidad de enfrentarte a lo que te pasa pero puede que tu sigas queriendo estar en esa casilla y entonces culparás a los demás por dejarte solo. Y entonces volverás a empezar, vuelves a la casilla de salida. Tal vez con otros jugadores diferentes, que dejarán de jugar contigo a menos que dejes de aferrarte a quedarte en la misma casilla de siempre. ¿Lo entiendes?
Se el testigo de tu propia vida.
Vívela, y deja de manipular la realidad para adaptarla a tus trabajos sin realizar porque te aseguro que la vida te volverá a colocar en la casilla de salida una vez más.
Pero también te aviso de algo. Es importante que entiendas que esto te costará más o menos en función de los asuntos sin sanar que tengas dentro de tí. Asuntos propios, asuntos familiares, asuntos ancestrales, ... y así en la línea del tiempo hasta donde quieras llegar. 
¿Te atreves a buscar? 
¿Te atreves a ser dueño de tu Libertad?

No hay comentarios:

Publicar un comentario