jueves, 31 de marzo de 2016

Por el Regreso de los Hijos de la Tierra


Como si estuviera sobre un cascarón.
Esa fue mi sensación durante todo el tiempo que permanecí en aquella ciudad.
Se han olvidado de la Madre.
Esa fue mi afirmación que será eterna.
Como si antes de ellos no hubiera existido nada.
Ese es el espíritu que habita aquello.

Y la Madre grita desesperada por si alguien la escucha. 
Necesita reconciliarse con el Hijo.
Pero el Hijo no escucha porque se sabe grande y por ello se cree eterno.

El agua me contaba el relato porque era lo único que no habían podido lapidar bajo la gran mole de hormigón, hierro y acero.

El Hijo tiene vida propia y se nutre de todos los que en él habitan porque muchos de ellos le han convertido en su madre. Muchos de ellos están allí porque en su momento tuvieron que abandonar su Tierra, a su Madre. 
Y aquella tierra, que es el Hijo, se ha convertido en Madre de muchos al mismo tiempo.
Pero como sabemos eso no debería ser. 
Es un gran desorden del Amor que tiene consecuencias para todos.

Y los excluidos. 
Aquellos a los que hubo que "eliminar" para que el Hijo se hiciera grande. 
Y casi nadie recuerda a los excluidos.

Aquella tierra es un Gran Desorden. 
Diría que la representación máxima de tal. 
Es el desequilibrio que tantos disfrutan y del que muy pocos son conscientes.

Y mientras, la Madre llora. 
Necesita Amor. 
El  Amor del Hijo. 
El Amor de sus Hijos.

Y yo rezo por aquel lugar. 
Y por el regreso de los Hijos de la Tierra.

La City

(Escrito el 21 de Febrero de 2016)
Pronto haré un viaje.
Es un viaje a una ciudad que puede considerarse de todo menos sagrada (hablando en términos espirituales). Y sin embargo, cuando intento conectar con aquel lugar lo que siento es que hace demasiado tiempo que el hombre se olvidó de que aquel lugar también es sagrado.
Siento que, por alguna razón, mi vida se mueve en zonas poco naturales, ciudades grandes, ciudades llenas de gente con emociones muy intoxicadas por la forma en que se vive y se siente la Vida en este tipo de lugares. Lugares poco atractivos para cierta vertiente de lo “espiritual”.
Y el mensaje siempre es el mismo: "Siente ese lugar como si fuese sagrado, porque lo Es. Esa tierra acoge sin que nadie repare en ello a millones de personas con intereses que se mueven en todas direcciones excepto en dirección al propio lugar que los acoge. Muchos de sus habitantes aman esa ciudad por lo que les da, lo que representa o por la forma en que pueden vivir en ella. Pero se han olvidado de dotarla de la característica sagrada que tiene.
Cuando estés allí escucha a esa tierra más allá de lo que a simple vista la fascinación que su aspecto te pueda hacer sentir. Desde niña has sentido aquella tierra sin saber por qué. Ahora es el momento de que lo averigües, de que la sostengas. Necesita ciertos "apoyos" que personas como tu la pueden proporcionar. El Hombre hace mucho que se olvidó de ella. Es hora de que también se reconozca su Fuerza Sagrada.”
Pronto haré un viaje...
Pronto sabré para qué.